Un día va a pasar esto a escala global y Casio se va a arrepentir

Tanto la firma de Singapur Digitec, o la china Skmei, le están poniendo las cosas a Casio bastante difíciles. Sus últimos lanzamientos, que siguen dejando mucho que desear en todo, solo esperan esa pequeña oportunidad para lanzar un producto competitivo y mucho más completo que en Casio (que supongo que no estarán por la labor, porque ya venden muchos así y sin grandes esfuerzos, así que para qué mejorar…).

Aunque en cierta forma sí, están mejorando en algunas cosas, al menos. Un buen ejemplo es este último producto de Digitec, «inspirado» claramente en el AE-1200. Los Collection, a los que Casio da totalmente la espalda y en lugar de mejorarlos los empeoran, están siendo un auténtico filón para estas marcas, demostrando que se pueden vender muy bien. Si hasta hace no mucho los AE-1200 tenían el problema de su LCA – que era solo una simulación con una zona gráfica animada para los segundos -, en Digitec, como podéis ver, ya lo han resuelto, y ahora incorporan un LCA operativo y real.

Los relojes que no existen hoy en Casio pero que – pudieran – llegar a existir

Siempre suelo seguir de cerca lo que va haciendo «por ahí» el mercado de las falsificaciones. Últimamente me fijo en algunos productos que simulan ser de Casio, inspirando o recreando modelos o/y líneas pasadas, o adelantando formas futuras, y cuando luego veo algunos lanzamientos oficiales de Casio (como el A700), no puedo dejar de recordar esos otros lanzamientos de fabricantes «paralelos». Y es que, algunas veces al menos, Casio pareciera que se inspira en ellos para luego lanzar sus productos (cosa irónica, porque normalmente, como bien sabéis, suele ser al contrario).

Aquí os ponemos algunos de esos ejemplos de relojes que podemos encontrar simulando ser Casio originales, pero obviamente fabricados en China por otras marcas que, a veces, fabrican por terceros o simplemente se usan como marcas blancas por fabricantes «de renombre» del mundo entero. Tengo que reconocer que algunos diseños – por supuesto, salvando las distancias – están bastante «currados» (otros, ciertamente, no hay por dónde cogerlos). Claro que luego, en módulo y en calidad (que es donde destaca Casio, precisamente) dejan mucho que desear, por lo general.

Vayamos pues, una vez más, con nuestra particular «galería de los horrores«.

¿Por qué no debemos comprar un reloj falso?

Obviamente un reloj es falso cuando no lo produce la marca fabricante, sino que lo ensambla o fabrica una marca que intenta simular su interior, su exterior, o todo a la vez, de la marca legítima que fabrica el producto que ellos copian. El por qué no debemos comprarlo, independientemente de que cada uno «con su dinero hace lo que quiere», responde a cuestiones que todos ya conocemos de sobra: poco control sobre las materias primas, la calidad, seguridad, salubridad y confiabilidad de sus componentes, poca o nula respuesta en caso de fallo o avería, y trabajo precario de sus operarios.

Todos esos argumentos espantarían a cualquiera de manera que, a la par, los falsificadores intentan atraer a incautos con precios de derribo, acabados llamativos, y materiales (cajas de metal, cristales minerales…) de los que carece el reloj original.

El Casio ana-digi futurista inexistente

No sé por qué, cada día me encuentro con más falsificaciones de esas raras. Parece que me buscan -o las busco sin querer-, pero ahí están, captando mi atención y seguramente engañando a más de un incauto.

Lo último que me ha dejado «a cuadros» es ver ayer en venta un totalmente «original» Casio ASD640. El nombre, ya de por sí, me resultó sospechoso, pero su apariencia aún más. Es un Casio ana-digi con dos relojes analógicos pequeños en la parte superior, y un display digital en la parte inferior. Llamativo es también que, bajo el nombre de la marca, ponga bien claro: «Water Resist 30M», cuando todos sabemos muy bien que Casio no hace eso, y que cuando el reloj soporta esos 30 metros simplemente ponen «Water Resist», sin más (buen ejemplo lo tenemos en los F-91, sin ir más lejos).

Las «horrendas» falsificaciones de las ediciones «pop» de G-Shock

El mercado de los falsificadores de G-Shock no para quieto, y supongo que, entre otras cosas, mucha de la culpa la tiene la propia G-Shock, y me explico: las piezas para estos modelos son tan sumamente caras, y tan difíciles de encontrar, que siempre resulta tentador para no poca gente adquirir uno de estos «engendros» y quitarles bisel, o correa, o todo a la vez, y dejar su módulo preferido metido en ellos. Eso sin mencionar que se pueden hacer con piezas sin tener que romperse la cabeza ni lidiar con el SAT que, a la hora de la verdad, pasan de todo, ni te atiendan, y no quieren saber nada del reloj que acabas de estrenar (experiencia propia tengo de eso, y al final tuve que resolverlo por mis propios medios, ya lo conté en este mismo blog).

De manera que si a G-Shock ni le preocupa y hace la vista gorda a su red de servicios añadidos y de soporte, y cuando alguien necesita o quiere una pieza de esta tiene que pedirla a China o al mismo Japón arriesgándose a pagar unas altísimas tasas (y tener que soportar una larga espera), pues muchos directamente optan por pasar al mercado de las falsificaciones, adquirir por «cuatro centavos» un reloj de éstos, y además de tener que pagar poco en aduanas, no se preocupan si les llega bien o no, porque saben que del reloj no se pueden esperar mucho.

¿Cómo se venden los Casio Collection en Africa?

África es un país continente, digamos, «difícil» para la relojería. Allí encontrar un Casio -y tantas otras cosas- no es «coser y cantar». Como ocurre en países como Cuba, la mayoría de productos originales que encontramos más o menos fácilmente en Europa, y a unos precios bastante competitivos, allí son difíciles de encontrar y, además, muy caros. No es la primera vez que lo hablamos en este blog, así que cuando surge la oportunidad de mostraros esa otra parte de la realidad que no tenemos tan presente (porque pensamos que toda la gente puede acceder fácilmente a un «mísero» F-91 y no, no es así) nos gusta aprovecharla.

En esta ocasión os mostramos algunos de los modelos que podemos encontrar en el mercado africano, en particular de Casio Collection. Me alegra haber encontrado Collection porque son los modelos de Casio a los que más se recurre por parte de la población local, un G-Shock ni soñarlo, y no solamente porque estén a precios prohibitivos -que también-, sino porque eso de que te abandone el bisel y quedarte con una caja de reloj «desplumada», como que no va muy acorde con un modo de vida en donde el dispositivo se exprime hasta la saciedad, y el producto se repara una y mil veces, si es posible, antes de tirarlo. De manera que: ¿tirar un bisel? ¿Cambiarlo? ¿Por qué? Ya, lo sabemos: tenemos que mirar los biseles de G-Shock como si fueran la rueda de un coche, pero no os imagináis hasta qué punto se reparan y remiendan también los neumáticos. Así que de ninguna manera. Ese concepto de «usar y tirar» (y a veces sin ni siquiera usar) que tanto abunda en Occidente no es válido para esos otros países.

Los primeros «clónicos» del GMW-B5000 ya están aquí

Y no os asustéis con lo que estáis viendo, pero así es. Era evidente, no obstante: las suculentas ventas que de los GMW-B5000 están consiguiendo en Casio desde que apareció ese modelo iba a atraer a muchos «farsantes», de manera que esto tenía que llegar más tarde o más temprano. Y cuidado, porque aunque a nosotros nos parezcan horrendos, a simple vista y a ojos inexpertos dan bastante bien «el pego»: zona de «matrices» (bueno…, por decir algo), disposición de marcas y día de la semana por segmentos, y un frontal «aladrillado» que asemeja muy bien al GMW-B5000 de G-Shock. El acabado del bisel y de los pulsadores, claro, es desastroso, pero aún así con un poco de disimulo pueden llegar a parecer los modelos auténticos.

Los falsificadores han hecho «de todo» con ellos, lógicamente una vez tienen el módulo y el molde, lo demás «va rodado», así que hacen acabados y variaciones para todos los gustos: invertidas, sin invertir, doradas, negras, plateadas… De momento estos están por Oriente Medio, pero no te extrañe si en cualquier web de estas de segunda mano empiezan a aparecer. Si te sale un GMW-B5000 que original cuesta alrededor de 500 €, a un precio rompedor, ponte en guardia. Y por favor: ¡cuidado dónde compráis los originales!