Los cristales de zafiro habían sido exclusivos de líneas elitistas de relojes hasta ahora, pero esa costumbre está de capa caída. El zafiro cada vez se está poniendo más de moda entre modelos de gamas que se podrían considerar medio-altas. Su fama de resistencia a las rayaduras y su durabilidad son sus principales puntos fuertes, mientras que los cristales minerales, antaño usados también en relojes de gama alta y media, van equipando también cada vez más a modelos de, incluso, gamas bajas.
Pero, ¿de verdad los cristales de zafiro merecen el sobreprecio que cuestan? ¿Son tan resistentes? Y, respecto a un cristal mineral, ¿es realmente tan endeble comparado con uno de zafiro? Estas y otras cuestiones, que seguramente te interesan en gran manera, vamos a intentar darles respuesta en este artículo.
Tipos de cristales en relojería
En primer lugar, vamos a recordar un poco los tipos de cristales usados mayormente en relojería. Del más barato, el cristal de plástico, ya hemos hablado en varias ocasiones, pero sin él no completaríamos adecuadamente este artículo, de modo que para hacer de repaso comentaremos a grandes rasgos qué es.
Cristal plexi
El nombre técnico del archiconocido y popularmente llamado «cristal plexi» es en realidad polimetilmetacrilato («Plexiglas» es sólo uno de sus nombres comerciales), y no es más que un plástico transparente. De hecho, en algunas partes te encontrarás con que lo denominan «cristal de resina», «cristal de policarbonato» o «cristal acrílico».
Es un plástico barato, fácil de moldear y, además, que se puede pulir con bastante facilidad. Por contra, su parte negativa es que se raya muy fácilmente, y los relojes que antaño tenían este plástico acababan literalmente «destrozados», con partes carcomidas, no sólo rayadas.
Pero la ciencia ha avanzado bastante, y en la actualidad se pueden encontrar cristales de resina con una resistencia a los arañazos enorme, que, sin llegar a ser como los cristales minerales, sí aguantan con bastante mayor éxito un mal uso. Esto se consigue aplicándoles un tramiento endurecedor (mediante baño por inmersión o centrifugado) sobre su superficie. Además, los cristales de plástico aguantan mucho mejor las caídas, de hecho, las soportan mejor que muchos cristales minerales.
En el pasado eran muchos los relojes (incluso de marcas de renombre) que montaban cristales de plástico. Muchos de ellos aún perviven hoy en día, lo que demuestra, como en todo en relojería, que no sólo tiene importancia el material en sí, sino que es mucho más importante el cuidado que se le dé para evitar disgustos de pantallas destrozadas.
Cristal orgánico
El nombre de cristales orgánicos no procede del mundo de la relojería, sino de la óptica. En realidad es un cristal de plástico, formado por moléculas de carbono (polímeros), que seguramente te resultan familiares por las cajas de plástico y correas de los relojes. Los cristales plásticos ya los tocamos en el punto anterior, y los cristales orgánicos comparten sus mismas propiedades (aguantan el duro trato y caídas, pero se rayan muy fácilmente).
Cristal mineral
El cristal mineral se obtiene de la sílice, fundiéndola y, mediante un proceso controlado de enfriado, se consigue un mineral (de ahí el nombre) con propiedades de dureza y transparencia determinadas. Dependiendo de los elementos que se le añadan en el proceso, podemos lograr que el cristal obtenido sea mejor en cuanto a refracción de la luz, o que sea más resistente, que tenga diferente color (aplicándole tintes), etc. También se le pueden aplicar recubrimientos espejados, o que bloqueen determinado tipo de luz. Dependiendo de ese tipo de construcción, un cristal mineral puede aguantar impactos bastante serios, así como golpes.
Los cristales minerales se endurecen creando zonas de sobretensión, que mejoran su resistencia a los impactos. Esto se hace sometiendo el cristal a una fuente de calor, y a continuación enfriándolo repentinamente, consiguiendo con ello una descompensación de temperatura entre el interior y el exterior. También se puede endurecer por procedimientos químicos, recubriendo el cristal con una capa iónica superficial, que le otorga cierta flexibilidad.
Cristal de zafiro
Los cristales de zafiro son en realidad cristales de zafiro sintético, fabricados partiendo de alumbre amoniacal puro, fundiéndola, con lo que se descompone y se convierte en óxido de aluminio o alumina. Mediante aparatos vibratorios se obtienen partículas muy finas (de menos de una micra de diámetro) y se calientan hasta los 2.050 grados centígrados, lo cual hace que se convierta en piedra al combinarlas con el oxígeno e hidrógeno.
Las piedras obtenidas se clasifican y se someten de nuevo a un proceso de calentamiento a 1.800 grados C. para estabilizar estas piedras (corindón). Mediante procedimientos físicos se le da forma y se pule con productos químicos en ambas caras. La capa antirreflectante se consigue aplicándole un revestimiento a 280 grados. Hay fabricantes que usan este paso para aplicar la capa en las dos caras.
Son los más resistentes a ser rayados. De hecho, su dureza es tal que es casi como la de un diamante. Pero ten clara una cosa: cuando más dureza tenga un cristal, más frágil será. El cristal de zafiro no tiene entre sus virtudes soportar los golpes; si lo arrojases desde 50 cmts. tienes muchas probabilidades de que se te parta.
Su principal virtud es que no se raya (en teoría, sólo podría rayarlo un diamante, que es de una dureza mayor). Pero hay que señalar que los cristales de zafiro suelen tener tratamientos antireflejos. Suelen poseer o bien una capa (en la parte interna) o bien dos (una en la parte interna, y otra en la externa). Y esa capa sí puede rayarse. Por ello, y aunque reflejen más la luz y molesten, es recomendable que, si adquirimos un reloj con cristal de zafiro, únicamente tenga una capa antireflectante. De lo contrario tiene muchas posibilidades de, con el paso de los años, rayarse la capa externa.
Todo este proceso es complejo y laborioso, y de ahí el alto coste de los cristales de zafiro.
En la escala de Mohs (que mide la dureza) el cristal de zafiro es uno de los que más dureza tiene (9 en dicha escala, siendo el máximo 10, que es el diamante).
¿Por qué Casio utliza cristales minerales y no de zafiro?
Y esta es la pregunta del millón. En la mayoría de relojes, excepto en líneas como la Oceanus, algunos modelos de Sheen o algunos Edifice y algún que otro Pro Trek, verás que Casio utiliza, casi siempre, el cristal mineral.
Obviamente, es así porque sino el precio del reloj sería desorbitante. Pero hay otra razón: el cristal mineral es mucho más sufrido que el de zafiro. Puede que éste último sea irrayable (aunque ésto es relativo, porque de hecho se pueden llegar a rayar con determinados minerales, recuerda que son sintéticos y fruto de procesos industriales), pero tendrás que tener cuidado a los golpes accidentales que reciba tu reloj.
Ahora ya sabes por qué en los G-Shock usan principalmente cristales minerales, y no cristales de zafiro, incluyendo relojes de prestigio como el Casio G-Shock GM-B2100 de acero
Ahora ya sabes por qué en los G-Shock usan principalmente cristales minerales, y no cristales de zafiro, incluyendo modelos de prestigio como el GM . Porque los de zafiro puede que no se rayen, pero el duro maltrato que se supone puede soportar un G-Shock no va con ellos.