
¿Sabías que, si se te deteriora un pasador o quieres cambiarle el armis de tu Casio A100, no podrás colocarle un pasador convencional y común? Pues así es. El Casio A100 posee unos pasadores específicos, con extremos cilíndricos de notable grosor, y no los típicos extremos puntiagudos de los pasadores convencionales. Por lo tanto, si quisiéramos colocarle unos pasadores comunes, el agujero de las asas (de notables dimensiones) le quedaría muy grande y el pasador (y el armis) «bailaría», con el consiguiente riesgo de pérdida del reloj, o rotura del asa.
A alguien podría ocurrírsele que el problema se solucionaría con un pasador más grueso, pero en Casio han pensado también en ello y, para evitar ese «remiendo», la parte central del armis está hundida en el interior, de manera que en Casio han ideado un pasador totalmente al revés que los típicos y habituales en relojería: en lugar de ser gruesos por el centro, y delgados por los bordes, los del A100 son delgados por el centro y gruesos por los bordes.

Los agujeros en el interior de la caja de los A100, donde van alojados los pasadores, son notablemente anchos. Un pasador típico se quedaría flojo.
Es una lástima que en Casio no hayan optado por pasadores convencionales para ese reloj, que haría más fácil, barata y sencilla su reparación y mantenimiento, habida cuenta que durante la vida de un reloj el pasador es una de las piezas que más suele sustituirse, puesto que sufren mucho desgaste al acabar introduciéndose en ellos humedad, sin olvidar la tensión constante a la que son sometidos.

Comparativa entre un pasador convencional con extremos en punta (derecha), con el pasador de los A100 de bordes cilíndricos y planos.

| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com