
Muchos usuarios tienen -tenemos- varios modelos de Casio. Algunos usamos de manera más o menos habitual dos o tres. Pero además de esos modelos los hay que tienen una especial predilección por algún modelo en particular. Puede ser porque haya sido su reloj de la infancia, por ser con el que hayan aprendido a leer la hora, el que les regaló alguna persona especial (abuelos, padres u otros familiares) o el primero que se compraron con su primer sueldo. Las razones pueden ser variadas, e incluso simplemente sea porque les gusta. Da lo mismo y tampoco importa mucho.
El caso es que se reservan ese modelo en particular, lo cuidan y lo tratan con un cariño especial. Tienen recambios para él, correas que se han comprado aparte o incluso modelos duplicados de ese mismo reloj. Es su modelo icónico. Su reloj más especial.

En mi caso el modelo de este tipo es un W-720, y creo que es el reloj que reúne en sí casi todo lo que significa Casio. El W-720 y el W-71 (ya lo he dicho en alguna ocasión) son sin duda mis relojes predilectos. Curiosamente dos modelos que comparten también módulo. Ciertamente hecho en falta algunas cosas, como el sonido de los botones desactivable, pero aún así podría decir que es mi reloj más encantador, por el que siento debilidad y me siento también cautivado.
El W-720 tiene, para mi entender, uno de los módulos más completos de Casio: el 549/1846. Casio actualizó este módulo manteniendo todas las especificaciones del original, incluyendo una pila de duración nada desdeñable: cinco años, y un calendario pre-programado hasta el año 2029. Por fortuna, también mantuvo la precisión, con sólo 15+/- segundos por mes del modelo original, y la «reminder mark». Además, el W-720 goza de un diseño muy peculiar y práctico, mezcla de un HD y un diseño de los W, con botones sin inclinación, unas útiles guardas en los mismos y salientes en los extremos de la caja para evitar pulsaciones accidentales. No es habitual que un modelo no HD o no Marlin tenga todo eso. Además, su cristal es mineral, y su caja de resina (no es que menosprecie las cajas de metal, ni mucho menos, pero me encantan también las de resina por su ligereza), y su correa es la típica corta de los Casio de antes (y no las más largas de los modelos actuales, como el W-202), lo que viene bien para una muñeca delgada como la mía. El W-720 comparte correa con el CA-53, el típico modelo calculadora de los años ochenta.

En el catálogo de Casio actual pocos modelos quedan así que aún pervivan (el W-720 se descontinuó en 2012), fuera de los de la Serie F o de la Serie W con módulos de la Serie F (como los W-215 o W-59). Los módulos más completos de la Serie W se están yendo a cajas redondas, a diseños más noventeros, pero aparte del W-71 y W-720 (los últimos de su tiempo que más pervivieron en el catálogo de Casio) todos los demás de cajas cuadradas han desaparecido. Y tanto es así que hoy en día para encontrar módulos tan completos en cajas cuadradas tienes que irte a modelos G-Shock.
Si no tenéis vuestro «modelo icónico» de Casio, os animo a buscarlo, con paciencia y tranquilidad. A que miréis y analicéis cada reloj hasta llegar a aquél más equilibrado y que os parezca haber sido hecho para vosotros, para vuestros gustos. Una vez lo tengáis, con tiempo y con un poco de perseverancia seguramente que lograréis ir reuniendo de él todo lo que os permita seguir manteniéndolo con vida en caso de que Casio deje de fabricarlo, como son correas, o biseles para los G-Shock. A veces incluso podréis obtener cajas, tornillería, tapas traseras y hasta módulos a un precio relativamente bajo de gente que los vende usados, arañados o rotos. No es necesario que tengas varios relojes idénticos, tampoco hay que pasarse. Sobre todo si es un G-Shock, con que tengas varios biseles y correas de repuesto es suficiente. Y ahora que se acercan las Navidades, ¿por qué no aprovechar para pedir por Reyes unas correas de repuesto para tu modelo más icónico? No es un regalo caro, y seguro que un día les darás uso y agradecerás tenerlas.

Con una bastante baja inversión (obviamente también depende del modelo, es más fácil obtener tres o cuatro F-91W que tres o cuatro MT-G) podréis conseguir que vuestro reloj icónico pueda mantenerse como el primer día y, a la vez, podáis disfrutarlo usándolo (que es de eso, al fin y al cabo, de lo que se trata).
Además, os hará pasar un rato agradable cuando le dediquéis cualquier rutinaria tarea, como la del mantenimiento o cambio de pila.
Lógicamente, cuanto más caro o extraño sea ese reloj más difícil será conseguir sus repuestos, pero sobre gustos no hay nada escrito. Depende de cada uno y de lo que sienta hacia ese modelo en particular, porque el flechazo puede surgir en cualquier momento. Así que si no tienes el tuyo, parte en su busca. Entre el amplio catálogo de Casio seguro que te está esperando el que más se adapta a ti.

El Casio W-720 en detalle
Al W-720, curiosamente, no le hemos hecho ninguna review en Zona Casio. Y entre las razones de ello hay una que tiene que ver con mis principios: ¿cómo iba a ser justo juzgando a un reloj que es a la vez mi favorito, el que me acompaña, el que me encandila cada vez que lo miro?
Tras los modelos digitales de metal o chapado de finales de los setenta, y de resina de principios de los ochenta, en Casio comenzaban a atisbarse las cajas redondas, que sería lo que imperase a partir de los noventa. El W-720 era uno de los últimos representantes de una estirpe de relojes que estaba desapareciendo. Por eso, incluía lo mejor de ambos mundos.

Muchos de los digitales de Casio hasta mediados de los ochenta poseían módulos muy completos, pero sus cronógrafos no solían ir más allá de las doce horas. El W-720 ya disponía tanto en su cronógrafo como en su temporizador de un rango que alcanzaba las 24 horas. De los modelos más viejos heredaba la «Reminder mark», una curiosa función para un tiempo en donde era muy fácil salir de casa sin bolígrafo, sin nada que tener para anotar y, obviamente, sin smartphone. Esta función, hoy desaparecida en los modelos de Casio, era una muestra de la inventiva y de la capacidad de imaginación de los japoneses, que sin grandes complicaciones podían ofrecernos cosas tan útiles.
Podría decirse que el W-720 era una mezcla del diseño de los HD y Marlin, cuando estos ya estaban sentenciados y llamados a desaparecer en beneficio de los G-Shock: sus botones protegidos con robustas guardas, y su duro cristal mineral, nos dan una buena muestra de ello, sin olvidar su resistencia al agua de cien metros. De hecho para alguien no acostumbrado a estas series fácilmente lo confundiría con un Marlin o un HD, y el diseño de su caja recuerda enormemente al mítico, añorado y querido DW-200.

Es un auténtico lujazo que Casio lo mantuviera en vigencia hasta hace poco más de un año, cuando fue sustituido por los W-202, porque ninguna marca ofrecía un reloj similar; para encontrarlo teníamos que irnos a modelos fabricados en los ochenta, muy difíciles de encontrar en buen estado hoy en día a precios asumibles por la gran mayoría de compradores.
Una de las cosas de las que se suele quejar la gente es sobre su iluminación. La sustitución de la microbombilla por el pequeño diodo fluorescente (una de las razones de la actualización de su módulo) apenas logra iluminar una tercera parte de su LCD, a lo cual hay que añadir que este reloj, al ser de una tecnología anterior, carece de los bordes interiores reflectantes que muchos de los digitales actuales de Casio poseen, y que distribuyen la luz dando sensación de mayor intensidad.

Pero yo, que en mis largas noches he probado los dos, prefiero la iluminación tenue de este fantástico reloj. Cierto que cuesta a veces ver la hora, pero los Illuminator con capa reflectante y los Dual Illuminator deslumbran tanto que, con los ojos medio dormidos y acostumbrado a la oscuridad hay veces que su fulgor hasta te daña las retinas. Con la mortecina iluminación del W-720 eso no ocurre. Obviamente tampoco dispone de afterglow, pero personalmente me gusta que cuando dejo de pulsar el botón la iluminación se desactive. No me agrada que un reloj piense por mí cuándo desactivarla.
Sin embargo la parte más negativa y molesta es la implantación de los cristales LCD sobre el display. Al contrario que en muchos modelos actuales, donde los dígitos están muy remarcados, en este modelo si los miras del lado derecho (no ocurre en el lado izquierdo) se difuminan bastante y aparecen como semi-apagados. Para un zurdo (o alguien que lleve el reloj en la muñeca derecha) esto puede suponer una molestia. Aunque no deja de ser, ciertamente, una molestia menor.
Su aspecto es otra de sus grandes virtudes. Para unos ojos inexpertos no pasa por ser un simple F-91W, sólo fijándose detenidamente (o conociendo el modelo en profundidad) uno se da cuenta de sus formas robustas, las guardas de sus pulsadores y su completo módulo cargado de utilidades.

Especificaciones | W-720 |
Módulo | 549 (actualizado al 1846) |
Precisión | +/- 15 segundos por mes |
Iluminación | Sí (diodo) |
Cronógrafo | 24 horas |
Temporizador | 24 horas con posibilidad de repetición automática |
Alarma | Sí (una, multifunción: diaria, mensual o dataria) |
Snooze (despertador) | No |
Señal horaria | Sí |
Sonido de los botones desactivable | No |
Doble horario | Sí (totalmente independiente) |
Horario mundial | No |
Calendario | Pre-programado hasta el año 2029 |
Resistencia al agua | 100 metros |
Sistema de energía | Pila (CR2016, 5 años de duración) |
Cristal | Mineral (modelos con módulo 549). Resina (modelos con módulo 1846) |
Caja | Resina |
Tamaño | 39,6 x 36,2 x 8,4 mm. |
Peso | 29 gr. |
Versiones | W-720-1V (estándar); W-720-9V (en amarillo). |
Otras características | Reminder mark; doble horario dual (ambos visibles al unísono en la misma pantalla). |

| Redacción: Zona Casio