Sólo se copia lo bueno

Eso se suele decir, que sólo se copia lo bueno, lo que causa interés y despierta envidias, fama o éxitos. Lo que merece la pena. Y si a este popular dicho atendemos (y a la historia), los relojes de Casio en los ochenta eran uno de los productos no solo más populares, sino más cotizados. Y esto ha creado tanto huella que llega hasta nuestros días.

Aunque Casio en buena medida ya haya abandonado esos diseños (bueno, les hace pequeños «guiños», como con los W-215, pero no es lo mismo), otros fabricantes siguen tan a pie juntillas la estética de aquellos modelos que parecen totalmente unos clónicos. Este es el caso de Cannibal con su modelo CD079-03. Y es que ¿a qué te recuerdan esas serigrafías en la correa? ¿Y el diseño de su frontal? ¿Y las marcas de su caja? Sí, seguro que tienes en mente algunos modelos de Casio, porque si en lugar de Cannibal Active le pusiéramos Casio, la mayoría de nosotros creeríamos que es todo un Casio.

El modelo cuesta más o menos lo que vale un F-28W, unos 18 €. Por ese precio, nos ofrece lo mismo que un F-91 (lo cual, hay que ser justos, no está nada mal), esto es: alarma y señal horaria, cronógrafo de 24 horas, y calendario (aparte de formato en 12 o 24 horas). Pero lo mejor de este reloj (y esto hay que reconocérselo a Cannibal que aquí lo han hecho muy bien) es que han dedicado un cuarto botón para la iluminación. Por ello, y al contrario que en los F-91W, en este CD079 para resetear el cronógrafo no necesitas activar la iluminación y te evitas por ello gastar pila inútilmente. El botón de iluminación en el Cannibal Active es el situado a la izquierda -visto de frente- en la parte superior, y sirve únicamente para la luz, y para nada más.

El resto del módulo es muy simple, como ves, con estética tan minimalista que incluso carece del día del mes en el display principal, estando presente tan solo el nombre del día de la semana -serigrafiado, no con segmentos de cristal líquido- señalizados simplemente por una marca. Como en algunos de los primeros modelos digitales de los años ochenta.

Lo dicho, toda una estética clásica en un reinventado modelo que nunca pasa de moda.

| Redacción: Zona Casio