¿Seguiremos un año más sin un digital con caja de metal?

El lanzamiento de nuevos modelos digitales con cajas metálicas macizas de otras marcas me ha vuelto a recordar la lamentable espera que nos está haciendo sufrir Casio por no poder disfrutar de un modelo digital con caja íntegramente en metal. El último de este tipo fue el EFD-1000, hace ya algunos años, pero con la contrapartida de un display invertido y sin opción a un filtro polarizador en positivo.

El año pasado, gracias al 30 aniversario de G-Shock, hemos podido ver varios nuevos modelos íntegramente en metal, y además con tapa roscada, pero todos ellos con el módulo ya archiconocido del DW-5600 y con bisel de resina. A pesar de ser magníficos relojes, no es a lo que me refiero aquí. Un modelo de la línea Outgear -que poseen cajas de metal- más estilo a los Marlin de los años ochenta sería el sueño de muchos de nosotros (y de nuestros lectores y coleccionistas, como Jokerblue). Pero por desgracia Casio no parece estar por la labor. Ni sé (ni entiendo) qué es lo que les impide coger uno de sus buenísimos módulos (como el del AE-1200, o incluso el de cualquiera de sus Data Bank, actualizado, por supuesto), y «encerrarlo» en una caja metálica. Que yo sepa, no hay una guerra para que tengan que ahorrar en acero y lanzar cosas de plástico (como hacía la industria en la Segunda Guerra Mundial). Tampoco -que yo sepa también- hay escasez de acero en las fundiciones. Simplemente no les apetece, no quieren o no les interesa. Nosotros seguiremos esperando… un año más.

| Redacción: Zona Casio