
Pocas veces encontrarás un modelo de reloj digital con cuatro botones y con un módulo tan completo como el que hoy os presentamos. No es extraño que el reloj de este módulo sea del año 1985, la época dorada de los digitales de Casio, y resulta chocante e incluso difícil de entender que en todo este tiempo Casio no haya realizado nada igual que lo supere. Ciertamente tenemos los DataBank de la serie 5, pero disponen de seis botones, y en la actualidad también tenemos los DB-36 que hemos traído en varias ocasiones a Zona Casio, pero también son de seis botones. Casio no ha realizado desde entonces ningún DataBank con la facultad de este reloj, que era, ni más ni menos, que ser capaz de navegar por su base de datos, e introducir información, utilizando para ello solamente cuatro botones como el resto de relojes.
Los modelos de la Serie DB20 no son muy conocidos. Lamentablemente estos modelos vieron la luz durante un espacio de tiempo muy breve, y luego no tuvieron sucesores, simplemente dejaron de fabricarse. Es una auténtica lástima porque, como puedes ver por las imágenes de su módulo en la amplia galería de fotos que le hemos hecho, es un reloj sin igual. Impresionante. Al contrario que otros DataBank, no requiere tres líneas de datos para visualizar información, en el DB-200 todo se realiza en dos líneas, aprovechando una zona de matrices en donde también podemos disfrutar del día de la semana de tres letras.

Pero lo más llamativo de este reloj es precisamente eso: la singularidad de parecer un reloj «normal», un digital sin apariencia de DataBank, pero con toda la funcionalidad y potencialidad de todo un módulo DataBank. Estéticamente el reloj es muy bonito. Incluso hoy, treinta años después de llegar al mercado, sigue teniendo un aspecto y una forma enormemente seductora, muy masculina, muy singular. De hecho, comparar a este DataBank con cualquiera de los modelos convencionales de hoy en día (DB-36 incluido) es como comparar la noche y el día. No tienen nada que ver.

Un modelo que muestra lo bien que lo hacía Casio en los ochenta
Casi todos coincidiremos al afirmar que buena parte de los mejores diseños de Casio en cuanto a funciones y tecnología tuvieron lugar en los años ochenta. La multitud de cajas de relojes digitales con cierre roscado y/o totalmente de metal (no solo de acero, sino también de titanio) han hecho que buena parte de esos modelos sean insuperables aún hoy en día. De entre las variadas y prácticas series de aquellos años destaca una de ellas, las DataBank, por sus virtudes y polivalencia, al ofrecer funciones típicamente relojeras con un diseño de elementos y disposición de información en el display (como la hora en todos los modos) que los otros modelos no tenían.
Entre esa serie de relojes en el año 1985 vio la luz uno de ellos que, en construcción, podría considerarse como uno de los más completos, ya que no tenía rival gracias a su caja cromada, sus cuatro botones (cuando la mayoría de los Data Bank tenían seis o más), su resistencia al agua WR, y su cristal mineral endurecido. La capacidad innovadora de Casio al conseguir hacer funcionar y distribuir su capacidad de almacenamiento de datos recurriendo a solo cuatro botones sorprende todavía hoy. Esto trae consigo que el reloj pueda lucir un diseño mucho más convencional, y para cualquiera que lo vea a simple vista puede pasar fácilmente por un modelo estándar digital. Es, además, uno de los diseños en caja cuadrada más radicales, con unas formas varoniles y muy atractivas de perfiles rectos y muy anguloso. Un modelo inédito, porque lamentablemente no tenía precedentes ni antes, ni lo tuvo después.

Otra de sus características a destacar eran los marcados segmentos que lucía, muy cómodo al ver la hora en condiciones de luz escasas. La visión de su LCD es clara y diáfana, gracias a unos segmentos muy marcados, a diferencia de otros modelos digitales. Su pila también era otro de sus puntos fuertes, puesto que posee una autonomía de tres años con una pila estándar y fácil de encontrar, la CR-2016. Su módulo es muy robusto, como los hacía antes Casio, muy compacto y resistente. Y además preciso. Una gran mayoría de los DataBank actuales tienen una precisión mensual de +/- 30 segundos por mes, pero el DB-200/DB-20 ofrecía una precisión de +/- 15 segundos por mes, lo que nos da una muestra de su enorme calidad.
En cuanto a diseño de sus funciones, es un gran acierto que el año, al contrario que en otros DataBank, no aparezca en las pantallas del reloj desde su modo normal (no desde el modo de configuración, obviamente). Y esto es un acierto porque al ser un calendario que caduca en el año 2019, podemos retrasarlo llevándolo a otra fecha concordante para que siga cumpliendo su función aunque los años no coincidan. De esta forma, excepto el año -el cual, repetimos, no vemos en los modos normales del reloj- el resto del calendario seguirá siendo funcional. Una vez llegados al año 2019, atrasaremos el calendario hasta el año 1991 y se mantendrá actualizado de forma automática hasta el año 2047. Una vez llegados a 2047, volveremos a retrasarlo y lo tendremos funcionando correctamente hasta el año 2075, y así sucesivamente.

Como solía hacer Casio por aquella época (y aún lo hace, aunque ahora usa las mismas cajas de resina en las variantes de correa y armis) el DB-200 tenía su versión con caja de resina, con el mismo módulo (el 502), pero con un diseño exterior algo diferente y donde los botones no eran metálicos, sino de plástico. Era el DB-20 (Casio antiguamente diferenciaba las variantes con pulsera añadiendo un cero al número de modelo, al contrario que ahora, que añade una «D» a su denominación). Este reloj -el DB-20 o DB-20W- tuvo bastante mayor difusión que el DB-200, el cual era un modelo no sólo más caro, sino más elitista y difícil de conseguir.
Por desgracia Casio no volvió jamás sobre ese concepto de modelo con un diseño convencional y una caja de acero (o cromada como es el caso) en sus Data Bank, quedando este DB-200 como algo exclusivo pero también como una muestra de lo que el fabricante japonés podía conseguir si se lo proponía.

La caja del DB-200 merece una atención aparte, porque a pesar de ser cromada, el recubrimiento no se queda solamente en su frontal, como otros modelos actuales (y también de antaño), sino que alcanza toda la parte trasera e incluso el interior. El cromo es de calidad, con un notable volumen de recubrimiento, algo que queda patente en las imágenes que veis de este modelo con casi treinta años a sus espaldas. Este modelo no tiene parangón, y los DataBank de ahora están muy lejos de todo lo que nos ofrecía ya Casio por el año 1985.
Uno no puede dejar de preguntarse por qué Casio no sigue haciendo este tipo de relojes, con este tipo de módulos tan completos. ¿En serio les resulta tan difícil actualizar su calendario y volver a lanzarlo? Y la única explicación posible es que por segmento y ventas no les convenga. Tal vez teman que le quiten mercado a sus MTD analógicos, a los Edifice e incluso a la gama digital por antonomasia, los G-Shock. ¿Por qué no podemos disfrutar de estos magníficos relojes en la actualidad? No parece haber una respuesta sencilla. Simplemente han cambiado muchas cosas desde entonces. Es una lástima. El DB-200, como muchos otros, como los Marlin o los HD de los ochenta, es un modelo para admirar. Ya no se hacen cosas así.

Retorno automático y Water Resist
Según la filosofía que tenía Casio en los ochenta, para ellos un Data Bank no era un reloj con el que su propietario fuera a moverse mucho al aire libre. Tenían en estos relojes a unos destinatarios que si bien podían viajar mucho, casi todo el tiempo se lo pasarían en interiores y en sitios como oficinas, en automóviles y en aviones. Por ello nunca se preocupaban de que fueran resistentes al agua. Aún así, el DB-200 es Water Resist (WR), lo que quiere decir que puede soportar una capa de agua ligera (lluvia, por ejemplo), pero no lo podemos someter por ejemplo al agua del grifo. Una prueba de ello era su tapa de cierre, que se ajusta a presión, pero que no dispone de tornillo alguno. Esta tapa, además, tampoco posee la habitual muesca de apertura (o canal de apertura) para introducir un destornillador y abrirla, como poseen otros relojes. Esto ha hecho que una de las partes más castigadas de estos modelos sea precisamente su parte posterior, y acabe seriamente dañada con el paso de los años. Y es que para abrirla y realizar el mantenimiento o el cambio de pila debe hacerse siempre con un útil especial, de plástico, que, bien por desidia, desconocimiento, desinterés o despreocupación, casi nadie de los compradores habituales de estos relojes tenían.
También es otra muestra de su completo módulo la capacidad de retorno automático de este reloj. En efecto, si pasamos por cada pantalla sin modificar nada en ellas, se desplaza por todas de la forma convencional, pero si en alguna modificamos cualquier función, saltará luego de manera inmediata a la pantalla inicial sin tener que pasar ya por todas las demás. Es algo muy conocido ahora, y de lo que disponen muchos DataBank, pero que en los años ochenta era una buena muestra de la innovación de Casio y de la excelente tecnología de sus módulos.

Por último, una de las cosas más llamativas de este reloj nada más verlo es sin lugar a dudas su gráfico inferior. Casi pareciera un jeroglífico, o una forma de escritura extraterrestre, pero es una útil guía para navegar por su banco de datos debido, precisamente, a que solamente tiene cuatro botones, y cumplen cada uno de ellos diferentes funciones.
En resumen, se trata de un reloj que en lo que DataBank se refiere no es muy cómodo de manejar (precisamente por carecer de más botones), pero que en su aspecto más típicamente relojero, en cuestión de funciones y diseño de display, es uno de los más conseguidos, porque se aprovecha de todo lo que tienen los DataBank en un formato más convencional y clásico.
Un reloj que no tiene ningún sucesor hoy en día. Es una lástima, porque se echa en falta -y mucho- en la gama DataBank.

Lo peor:
– Tapa trasera encajada (sin tornillos)
– Impermeabilidad (únicamente es WR)
Lo mejor:
– Caja cromada íntegramente
– Botones metálicos
– Módulo muy completo
– Visibilidad del display
– Diseño atemporal
– Todas las leyendas se encuentran protegidas bajo el cristal
– Robustez del módulo
– Iluminación muy eficiente
– Nombre del día de la semana de tres letras
– Hora en todos los modos
– Pantallas con retorno automático
– Tres alarmas independientes

Especificaciones | DB-200 / DB-20 |
Módulo | 502 |
Precisión | +/-15 segundos por mes |
Iluminación | Diodo luminoso |
Cronógrafo | Sí (24 horas y dos llegadas) |
Temporizador | Sí (24 horas) |
Alarma | Sí (tres) |
Snooze (despertador) | No |
Señal horaria | Sí |
Sonido de los botones desactivable | No |
Doble horario | Sí |
Horario mundial | No |
Calendario | Automático desde el año 1980 hasta el 2019 |
Resistencia al agua | WR |
Sistema de energía | Pila (CR2016, 3 años de duración) |
Cristal | Mineral |
Caja | Resina cromada (DB-200); Resina (DB-20) |
Tamaño | 35,6 x 34,8 x 5,8 mm |
Peso | 58 gr. |
Versiones | DB-200 (caja y botones cromados y brazalete de acero inoxidable); DB-20W (caja, botones y correa de resina). |
Otras características | Data Bank (capacidad para 20 registros de 12 números y 4 letras, con ordenación automática); hora en todos los modos. Zona del display de matrices con nombre del día de la semana de tres letras. Retorno automático de funciones. |

| Redacción: Zona Casio | DB-200 cedido por Midnight Restore