Casio lanza este mes de noviembre varios modelos de su línea Edifice, englobados en las series EFR-515 y EFR-516. Todos son cronógrafos con pulseras metálicas o bien correas de resina, resistencia al agua hasta los 100 metros, taquímetros y diversas combinaciones de colores.
Dejando de lado mi particular deseo de ver algún Edifice con números en romano (que lo echo en falta y no entiendo la razón de que Casio no se decida por lanzar alguna serie así, aunque eso es algo común a todos sus relojes, puesto que son relativamente pocos de los Casio -incluídos los analógicos estándar- quienes llevan este tipo de numeración, a mi modo de ver, muy elegante en un reloj de este tipo) hay que hacer notar el buen trabajo del fabricante japonés con estos nuevos modelos Edifice, que incluyen protector para su corona y unos diales de muy fácil lectura (con tres o cuatro números arábigos).
Todos, además, poseen una caja y un bisel fabricados en acero (aunque la correa sea de resina), cristal mineral, rosca con bloqueo y ventana de fecha (día).
Su exactitud es de +/- 20 segundos por mes, y su pila es una SR927W que les dota de energía hasta por dos años. Sus medidas son de 50 X 44.2 X 11.6 mm, y su peso para la versión con correa es de 86 gramos en los EFR-516 (87 gramos los EFR-515), mientras que la versión de pulsera pesa 157 gramos en los EFR-516 (153 gramos en los EFR-515). Casi 200 gramos para un reloj puede parecer un peso excesivo, pero tengamos en cuenta que el material usado es el acero y que, además, la caja está construída completamente en este metal.
| Redacción: Zona Casio