Actualización: Añadido vídeo con la presentación de la colección G-Shock «Premium» en la concept-store Merci de París (Francia), el pasado 11 de julio, con la aparición del GW-A1000 como estrella principal del evento.
Casio anunció por fin, en este mes de julio, la llegada al mercado de su modelo estrella del año (o uno de ellos), el impresionante GW-A1000. Hemos dejado, en nuestro repaso a las novedades mensuales del fabricante japonés, a propósito para estas alturas de julio la mención de dichos modelos porque ya hemos hablado de estos relojes en muchas ocasiones, y creo que ya no hay prácticamente nada que desconozcáis de ellos.
En el anuncio se incluían las tres versiones que, en principio, se venderán: el que será estandar, denominado GW-A1000-1AJF, una suculenta versión con armis, la GW-A1000D-1AJF (con recubrimiento PVD negro, el material de la pulsera es acero inoxidable), y una versión especial de la fuerza aérea británica (la RAF), llamada GW-A1000RAF-1AJR.
Una diferencia importante es que el modelo de la RAF lleva las leyendas marcadas sobre el bisel (de resina), pero no pintadas, mientras que los demás sí las llevan, además de marcadas, pintadas. Algo imporante a tener en cuenta de cara al mantenimiento posterior. Dicho modelo, además, tiene los botones «stealth» (pintados en negro), y por si fuera poco además posee inserciones de fibra de carbono en la correa, para hacerla más resistente y duradera, mientras que el reloj «estándar» es completamente de resina.
En cuanto a especificaciones, todos ellos comparten las mismas, incluyendo lo último de la tecnología en relojería más puntera, como es bloqueo de la corona, alineación de agujas automático (para que no interfieran los campos magnéticos o los golpes en la precisión horaria), recarga solar (con acumulador), radioreceptores (son WaveCeptor 6), y, además, poseen un diseño tridimensional para facilitar la lectura de un rápido vistazo y desde cualquier ángulo, sin olvidar el «extra» de termómetro, cuyo fin es medir la temperatura en un sitio cerrado (por ejemplo, la cabina presurizada del avión).
Como te puedes figurar, el precio no es precisamente asequible. Casio anuncia para Japón unos precios (fuera de impuestos) de 54.000 yenes para el modelo básico, de 68.000 para el de pulsera metálica, y de 64.000 para el de la RAF. Esto viene a ser unos 505 € para el primero, 637 € para el segundo y 599 € para el último. Hay que señalar, no obstante, una cosa: dada la tecnología de la que estamos hablando, y la inclusión de componentes tan exóticos como la fibra de carbono, el precio es realmente competitivo. El problema tal vez sería elegir cual de las tres versiones llevarse. Pagar más de 100 euros de diferencia por una pulsera metálica, por mucho recubrimiento PVD que tenga y robusta que sea, me parece demasiado caro. Obviamente, todos sabemos que éste tipo de pulseras para los «G» no son precisamente baratas (además, tampoco hay muchos modelos G-Shock que las lleven, sino que son los menos y de líneas tan elitistas como la Giez, MR-G o MT-G). En el punto medio se encuentra el de la RAF, son menos de 100 € por una correa reforzada, a lo que hay que incluir el embalaje especial. Si prefieres correas de resina tal vez sería ésta una buena opción a considerar.
Tampoco hay que obviar el hecho de que sus medidas son más que generosas, situándose en unos «escalofriantes» 54,1 × 52,4 × 16.4mm, y su peso en la versión con armis es también digno de reseñar: 157gramos. Para que te hagas una idea, es más grande que un G-001, posicionándose por ello como uno de los G-Shock más «gigantes» del momento.
| Redacción: Zona Casio