
Cambiar de casa significa sobre todo cambiar muchas cosas de sitio. En esa situación nos encontramos mi familia y yo hace un año. Cambio de domicilio y búsqueda de nuevo hogar. En el proceso hubo que empezar a hacer paquetes y entre ellos estaba uno muy importante para mí. Mi colección de relojes Casio.
Así uno a uno fui protegiéndolos con papel burbuja, y de espuma, asignándoles un lugar menos glamoroso que las vitrinas que ocupaban. Ese lugar no era otro que un enorme «tupperware» donde dormirían a la espera de comprar nuestra nueva casa.

Y así, un año después llegó el día del desembarco de relojes. Tenía miedo de abrir el enorme «Taper» y comprobar si todo seguía en orden. Mi mayor miedo era que no hubiera ninguna baja, porque lo que sí daba por hecho era que habría desfallecimientos de pila.
Primeramente y antes de abrir la caja, tenía que colocar las vitrinas en su nueva ubicación. Montar alguna nueva y desempolvar los expositores.
Hasta aquí trabajo fácil. Lo delicado empezaba después. Llegaba la hora de abrir «el gran Taper». Visto desde arriba era como ver un laboratorio en cuarentena con cientos de «paquetitos» forrados.

Poco a poco fui desempaquetando uno a uno los relojes, organizándolo todo por familias. Un trabajo largo pero no tedioso, pues fue un disfrute ir abriendo cada papel burbuja y comprobar si había vida o no.
Es un curioso estudio que quiero compartir con vosotros. De 225 relojes las bajas por muerte fueron… ¡Cero! Y por otro lado los desfallecimientos por pila fueron sólo 20. Casio volvía a demostrar que son los números uno en dureza de módulo. Algún apunte interesante, los módulos que mayor han sufrido el desgaste de pila han sido los calculadora, en especial el antiguo módulo 133. Después en segunda posición han caído los módulos 145 de los Casio extraplanos (serie SA), pero en general el resto duros como robles, y los solares imperiales seguían dando la hora con precisión digital. Así que mi alegría ha sido inmensa al comprobar que todo estaba bien y que con cariño (y algún que otro euro en pilas) todos iban a ir a su nuevo hogar de cristal en la parte superior de mi casa.

Y así fue. Tras poner uno a uno en hora, acabo de colocar en su lugar el último reloj y me he quedado sentado en frente un buen rato contemplando todo. Así que ahí siguen todos a una. Espero que la colección siga creciendo los próximos años. Lo que está claro es que pasarán décadas y sé que los viejos Casio seguirán dando la hora puntuales, porque están hechos de otra pasta. De una pasta mágica que hace que sean duros como rocas. Ninguna otra marca tiene el secreto de la vida eterna. Casio sí.

Nota: En la parte superior de cada imagen podeis ver la temática de cada sección.
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Redacción: Jokerblue para Zona Casio | Imágenes: Jokerblue | Más información: Puedes disfrutar de toda la colección de Jokerblue en http://coleccioncasio.orgfree.com/