
Computer World ha estado de visita dentro de las «tripas» de lo que ellos mismos llaman «la cámara de tortura» de Casio, una estancia repleta de aparatos «raros» en la central de la marca de Hamura, en Tokio. Allí podemos ver las pruebas que seguramente muchos de vosotros conocéis de sobra: mecanismos de repetición para pulsar una y otra vez los botones del reloj, zonas de impactos que simulan la caída desde una altura de diez metros, y tests de vibración.
Lo más curioso es cómo prueban las correas: poniéndoselas uno de los trabajadores en su muñeca y doblándola una y otra vez para comprobar su durabilidad y resistencia a la flexión. Tenéis el vídeo completo a continuación.
| Redacción: Zona Casio