Equivalencias

Cuando el tiempo pasa hay modelos que permanecen, que resisten el paso de los años, y que se quedan en un lugar privilegiado en el subconsciente colectivo. Modelos de relojes, pero también de otro tipo. Por ejemplo los automóviles. Formas y estilos de épocas pasadas son aprovechados hoy para que firmas automovilísticas actualicen su gama, presentando nuevos modelos que les reportan enormes beneficios. Ahí están, por ejemplo, los Mini (inspirados en los propios Mini), o los Fiat 500 (tomando como base de diseño los Fiat 500 de los años 50 y 60, y los Seat 600). Podríamos nombrar también al Renault 5 y Supercinco, o el Volkswagen Beetle. Dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor, y en el mundo del diseño (y de los éxitos de ventas) parece cumplirse. Ocurre también en el cine («Un trabajo en Italia», «Total recall», «Death Race»…), donde incluso se ha formado un género con su propia denominación: remake.

¿Y en el mundo de la relojería? Pues también. Aunque en los relojes es más complicado, porque hay que tener dos cosas: una historia, y una identidad. Por eso, muchas marcas sin historia (y tal vez sin lo otro también) en lugar de hacer «reediciones» o actualizaciones de sus antiguos productos, lo que hacen son los llamados «homenaje». Relojes famosos y/o de renombre de otras marcas.

Puede que tengas historia, como algunos fabricantes de relojes, pero no tengas un modelo muy famoso, definido, o identificativo. En éste caso lo único que queda es suplir con publicidad y marketing lo que la historia (y los clientes) no te han dado.

Otras marcas, sin embargo, tienen todo eso, y por ello no hace falta presentación ninguna. De hecho el reloj se vende y se presenta solo. Un buen ejemplo de marcas así es Casio, donde sus relojes son tan personales y genuinos, que al primer golpe de vista los identificas.

Aprovechando el tirón de las ventas de relojes «vintage», el fabricante japonés ha decidido regalarnos la vista (y alegrarnos el alma) con reediciones de modelos del pasado, tomando sus formas (o inspirándose en ellas), aunque, obviamente, su interior y especificaciones -al igual que ocurre con los automóviles- sea hoy en día bastante diferente. Bien por obligación, necesidad, o por simples cuestiones de mercado.

Todo empezó cuando Casio comenzó a vender sus modelos «de siempre», los relojes sin cambios, como los F-91, W-59, A158, A163… Es entonces cuando alguien en Casio tuvo la feliz idea de ir «más allá», y coger la caja de muchos de los modelos de los ochenta que ya no se producen, y llevarlas al futuro, traerlas a la actualidad. Rescatarlas del olvido. Así, gracias a ello tenemos ahora los W-215, B640, LA680… Esperemos que aún queden más por llegar. La historia de Casio es muy rica, y más aún en los ochenta, donde tenían modelos para todos los gustos y con multitud de especificaciones.

Estos son, por el momento, algunos de los principales modelos «traídos del pasado», con cajas pulcras y nuevecitas, y, además, muy asequibles. Un pedazo de la historia de Casio reeditada. Un auténtico disfrute para los sentidos.

| Redacción: Zona Casio