Probablemente tengas varios modelos de Casio. E, incluso, tengas la suerte de poder estrenar uno cada día. Pero no es eso a lo que me estoy refiriendo. Posiblemente también tengas un modelo preferido que no puedas comprarte, o el modelo de tus sueños que ya no se vende. Tampoco me refiero a eso.
Me refiero a un modelo que, aunque sea el más barato o -para algunos- el más feo, por unas cosas u otras jamás te desprenderías de él. El modelo que sería lo último de lo que te desharías, al que le tienes más cariño o/y al que más te sientes unido.
Probablemente entre todos estos supuestos haya varios, pero te pido decantarte por uno.
Para cortar el hielo, os contaré el mío. Se trata del Casio W-71. Como veis, es un modelo asequible, bastante -relativamente- aún fácil de encontrar. Llegó al mercado en el año 1989, un año (por diferentes razones) bastante importante en mi vida. Era -y es- la versión «americana» del W-720. La verdad es que entre el W-720 y el W-71 siempre he tenido una pequeña batalla, porque ambos me gustan, pero, por unas razones o por otras, en mis manos acabó el segundo y no el europeo (aunque el W-720 es ligeramente más caro, pero algo mejor).
De pequeño siempre me gustaron los modelos digitales frente a los analógicos, no sólo por sus muchas funciones, sino por su estética rectangular (aunque, desgraciadamente, ésa estética se ha ido perdiendo a lo largo de los años). Lamentablemente no pude tener aquéllos modelos que más añoraba hasta muchos años después, pero en aquéllos momentos me gustaban enormemente los que tenían mis compañeros de clase, y los cuales disponían de un sonido audible a cada hora. El mío no tenía nada que envidiarles, era un Citizen digital y metálico, con el que me pasé muchos años hasta que su pila dijo «basta».
Que el W-71 cayera en mis manos fue mucho tiempo después, que lo encontré en una tienda a un precio realmente atractivo. Lógicamente, no tardé en adquirirlo y a día de hoy es un modelo que me pongo bastante poco, pero cuando lo hago vuelvo a sentir aquélla fragancia ochentera y a rememorar aquéllos tiempos.
Puede que para muchos su modelo «favorito» sea el F-91W. Lo comprendo, también es uno de los míos y fue un modelo que tuve hace muchos años (y el modelo que me compré cuando estaba sin blanca y necesitaba un reloj). Le tengo mucho cariño, pero sus limitadas funciones hacen que, realmente, mi modelo favorito de Casio sea el W-71.
| Redacción: Zona Casio