El W213 1AVES posee una correa metálica (pulsera), la forma de acortarla os la explicamos aquí (también es útil para otros modelos de Casio, ya que no es el único modelo que tiene el mismo diseño de uniones).
La forma es algo peculiar, y aunque incluso algunos relojeros desconocen el procedimiento de apertura, con un poco de destreza no os será muy difícil conseguir acortar la correa. Los útiles para hacerlo que explico a continuación son bastante comunes, de forma que muchos seguramente los tengáis en vuestra casa, o los encontréis en cualquier ferretería.
Antes de comenzar, no obstante, varias aclaraciones:
1- Para liberar los eslabones se requiere una considerable fuerza, por lo que es aconsejable que trabajéis en un sitio y postura cómoda.
2- Las piezas de unión van engrasadas, así que, una vez las hayáis extraído, intentad no manosearlas en exceso y, sobre todo, no limpiarlas ni eliminarles la grasa. (No obstante, si necesitáis limpiarla porque está muy sucia, hacedlo antes, o, de no ser posible, tras limpiarla usad una pequeñísima proporción de grasa consistente).
3- No andéis extrayendo y recolocando eslabones una y otra vez, puesto que aflojarían y se soltarían. Intentad medir la longitud correcta antes de proceder a rearmar la correa.
Y ahora, pasemos al procedimiento. Antes de nada, necesitáis dos útiles imprescindibles: un alicate pequeño (de sujección, no de corte), de punta plana, a ser posible. Asimismo, necesitaréis un punzón (no uséis una aguja o similar, puesto que puede llegar a romperse y dañaros y, además, no podéis hacer con ella toda la fuerza que se requiere), también os sirve, no obstante, el punzón de una navaja suiza.
La correa metálica está formada por dos piezas, básicamente: unos eslabones y una pequeña pieza de unión entre ellos. Los estabones que tienen pieza de unión removible (para acortar la correa) se diferencian a simple vista porque en uno de sus lados presentan un pequeño agujero. En dicho agujero deberéis insertar el punzón y, con decisión, empujar hacia arriba. El movimiento es un movimiento firme, pero constante, y se debe empujar con el punzón hacia la parte exterior del eslabón. De esta forma, obligaréis a la pieza de unión a emerger. Una vez que hayáis logrado hacerla salir unos milímetros (es imposible extraerla entera con el punzón, puesto que la holgura del agujero donde introducimos la punta del punzón es muy pequeña y no hay espacio para empujar más) procederemos a coger las alicates, con ellas, y con mucho cuidado, aprisionaremos la parte exterior de la pieza de unión (figura 3 del gráfico) y la sacaremos totalmente. De esta forma, ya tenemos los eslabones desprendidos.
Para proceder a la unión de los eslabones el procedimiento es más sencillo: primero uniremos con cuidado los dos eslabones, intentando que se acoplen lo mejor posible entre ellos, y pasaremos a introducir la pieza de unión, empujándola con el dedo suavemente (si notamos mucha resistencia es que los eslabones no están bien encarados, así que los moveremos para que coincidan sus aperturas).
Tras haber empujado la pieza de unión lo más profundamente posible, nos quedarán un extremo saliente, por lo que deberemos golpear sobre él, con cuidado, para introducir la pieza totalmente. Esto podemos hacerlo con algún elemento no metálico (para evitar no dañar la pieza), es muy eficaz la propia cubierta de la navaja suiza, si estáis trabajando con ella, o la cubierta de plástico de otra navaja o similar.