Casio GD-350: el G-Shock para presumir de G-Shock

Hay relojes para llevar a actos públicos. Los hay para lucir en bodas y banquetes. También los hay para llevar en fiestas de glamour o eventos culturales. Y luego están los relojes para presumir de G-shock. Como este GD-350.

El Casio GD-350 es uno de los últimos representantes de los llamados «big case», relojes diseñados para no pasar desapercibido, equipamiento imprescindible si tu vida es activa, si tienes que ir a una manifestación para defender tus derechos o enfrentarte al enemigo en terreno hostil. Sus dimensiones hacen que la palabra «protection» cobre realmente todo su significado, suponiendo toda una declaración de intenciones. Es uno de los relojes con más aspecto de futurista dentro de la línea actual de G-Shock, y sin duda uno de los estéticamente más bonitos.

La línea «big case».

Aunque al principio los representantes «de caja grande» de Casio solo suponían unos pocos ejemplares (con el DW-001 al frente), en la actualidad son modelos muy populares y con presencia ascendente en Casio: el G-001, el GX-56, el novísimo GD-X6900, el GAC-100… y este mismo GD-350 que os traemos aquí. El GD-350 era uno de los que más ansias teníamos por hacerle un reportaje, porque es el más sugerente y, gustos aparte, es uno de los que incorpora uno de los módulos más novedosos, competitivos y completos.

Si en sus primeros años lo G-Shock casi se ocultaban, tenían un tamaño contenido que podían ponerse sin dificultad bajo la ropa ajustada, estos modelos big-case son radicalmente todo lo contrario. En un primer momento no ganaron muchos adeptos, pero poco a poco fueron encontrando su merecido sitio y ganándose el corazón de usuarios incondicionales. Aparte de la utilidad innata de sus dimensiones, si hacemos un pequeño esfuerzo y nos trasladamos a nuestra infancia, ¿qué niño no querría el G-Shock más grande y contundente que hubiera para lucir? Pues claro: todos lo querrían. Este G-Shock está pensado para quien no teme esconder que lleva un G-Shock, más bien al contrario: para quien presume de llevar esta marca. Al fin y al cabo, muchos de los llevan G-Shock «pequeños» son porque no se atreven a mostrarlos al público, quieren disfrutar de las virtudes de «los G» sin que se sepa que llevan uno. El GD-350 te quita esos complejos, te reinvindica. En resumen: te muestra que lo importante es que seas tú mismo.

Otro aspecto importante de la filosofía de los «big case» es que son relojes profunda y rotundamente masculinos. Las mujeres han ido poco a poco ganándole terreno a los hombres. No en la indumentaria o en la moda solamente, sino también en G-Shock, lo hemos visto en muchas de las fiestas de este año, donde la mayoría de chicas portaban sus DW-6900 y similares, y ninguna llevaba un Baby-G, la línea supuestamente creada sólo para ellas y pensando en ellas.

Eso no es algo malo en sí mismo, pero incomoda ciertamente a algunos hombres, y les hace pensar qué ocurriría si ellos, por ejemplo, vistiesen medias de seda o minifalda. A la par, la industria cosmética repite eslogans sin cesar para vender al sector masculino cremas e incluso tintes y maquillaje. Por supuesto un hombre no es menos hombre por recurrir a todo eso (cada uno es libre de ponerse en su cara lo que le plazca), pero a donde quiero llegar es que en ocasiones nos podemos preguntar: «¿no hay algo que sea realmente y de verdad masculino?». Aquí tienes la respuesta. Estos G-Shock nos muestran relojes sin complejos y sin concesiones para gente que tiene muy claro el lugar en el que está. Sus formas, rectas y con aristas, son también muy varoniles.

La potencia industrial.

Su aspecto de reloj duro y robusto no es casualidad. Parece salido de una fundición, el reloj que llevaría un tipo curtido por el impacto de ventiscas en su rostro y por las largas jornadas abrasadoras con el calor del sol sobre su piel. El reloj al que podrías agarrarte (y seguro que lo aguantaría) anclándolo a las oquedades de resbaladizas montañas, para escalar pendientes o para mantenerte activo en esas largas horas de espera entre atascos urbanos, gracias a su display y a su alarma con vibración.

Ciertamente este es uno de esos modelos de G-Shock que hay que entender. ¿Cuántos se pusieron a probar (y a llevar) tan alegremente el GX-56, y descubrieron que era imposible, que les superaba? No hay que ser incauto: este reloj hay que saber llevarlo (y lucirlo), porque hay que entenderlo. De la misma forma que no todos podemos llevar una potente Hayabusa, porque para algunos supone todo un peligro. No hay que dar la excusa de que tengamos una muñeca delgada (o demasiado gruesa), o de que se pelea con toda la ropa que vestimos. Es algo que va más allá y simplemente se tiene o no se tiene. Y quien no lo tiene le molestará siempre por sus dimensiones y obviará sus prestaciones. Sin embargo quienes lo entienden y lo disfrutan enseguida se sentirán en simbiosis con la máquina.

Por esa misma razón muchos no bucean, ni surfean, porque les parece que el traje de neopreno les ahoga y les anula sus movimientos, sin embargo para otros es la libertad absoluta. O por eso muchos no disfrutan tirándose con un paracaídas al vacío, o arrojándose por una pendiente en ala delta. Simplemente son maneras de disfrutar que están hechas para diferentes tipos de personas. Algunos no pueden forjar el metal, el yunque y el martillo les agarrota el ánimo y los músculos. Otros disfrutan con su traje ignífugo ante la lava que cae a su alrededor. Son formas diferentes de entender la vida, y por eso estos modelos GD-350 no están hechos para todos. Ni falta que hace. Sus destinatarios los entenderán sobradamente sólo con arrimarlos a su muñeca.

Funciones para no renunciar a nada.

Si habitualmente eres usuario de relojes supongo que habrás experimentado la sensación de que siempre te falta algo. Tienes alarma pero no es vibratoria. Tienes horario mundial pero no cuenta regresiva. Tienes día de la semana con tres letras, pero no una buena visibilidad. El GD-350 te provee de todo ello encima en un display de alto contraste y con unas generosas dimensiones. Y además te viene encapsulado en la famosa protección de Casio. Pero este modelo tiene también otra gran virtud: como el mismísimo reloj de Ben 10 tiene un «botón mágico». Un botón especial dedicado al temporizador, que puede pasar a contar en la pantalla principal. Una auténtica «flipada», una maravilla de la tecnología que puede resultarnos muy práctico en determinadas situaciones (y sin tener que llegar al extremo de «Hours«).

Como suele hacer Casio, todas las pantallas son claras, fáciles de configurar y sencillas de utilizar. El reloj responde bien y ágilmente a la primera pulsación, sin mostrar retrasos o debilidad en su programación. Los botones son lo suficientemente duros como para que no se activen funciones accidentalmente, y suaves y cómodos como para hacerlo en multitud de situaciones, incluso bajo estress. A lo primero ayudan en gran manera las guardas de su caja, y a lo segundo las óptimas dimensiones de sus botones y su tacto tan especial, con una superficie fina y suave. Mención aparte debe hacérsele al activador del temporizador automático (abajo a la derecha), con una forma de pulsación diferente, y que llega a ser adictivo su uso.

En resumen: un reloj con el que disfrutarás como un auténtico chiquillo, y que incorpora todo lo que un hombre necesita. Un reloj para lucir y al que recurrirás siempre que se compliquen las cosas. Su diseño y excelente visibilidad sin duda lograrán que cada mañana, al ponértelo, te haga esbozar una sonrisa. Es uno de los modelos big case de Casio más representativos, y también uno de los más genuinos. El GD-350 sólo te dará satisfaciones.

Lo peor:

– Sus proporciones. Hay que tenerlas en cuenta si no te gustan los relojes grandes.

– Módulo con temporizadores y cronometradores «por todos lados», muy personalizable e incluso con la posibilidad de llevarlo a la pantalla de inicio. La recomendación de «léase usted antes de su uso el manual» es aconsejable seguirla para aprovechar al máximo todas sus potencialidades.

– Todas las leyendas internas están sobre el cristal, no sobre la máscara. ¿Lo bueno? Se leen mucho mejor. ¿Lo más malo? Que en diferentes condiciones de luz, sobre todo indirecta, crean sombreados que le dañan -mínimamente- su frontal tan limpio. Puedes apreciarlos muy bien en algunas de las imágenes de la galería.

– La alarma tiene dos modos: vibración o flash. No hay término medio. Hubiera sido de agradecer que Casio le hubiera añadido también la posibilidad de desactivar la alerta por flash y por vibración conjuntamente.

Lo mejor:

– La apariencia. Lo mires por donde lo mires: este G-Shock es impactante.

– Display de gran visibilidad.

– Un botón totalmente diferente a los demás y con acabado metalizado e insercción de resina plástica a su mismo nivel. ¡Vamos, no digas que no es chulo!

– Dígitos de pantalla visibles desde todos los ángulos.

– Temporizador con pulsador de activación directa.

– Zona de matrices tan bien realizada que parecen caracteres tipográficos completos.

– Hora en todos los modos.

– Todas las leyendas sobre la caja están grabadas.

– Si tienes la muñeca pequeña probablemente te parezca un reloj que no es para ti, pero la verdad es que es muy cómodo incluso en muñecas delgadas. ¿No te lo crees? ¡Pruébatelo!

– Su correa es ligera, dúctil y la sujección extra que ofrecen los adaptadores hace que se ajuste muy bien a la muñeca.

– La trasera es muy limpia y sin accesorios de plástico extra. Los mencionados adaptadores cumplen su función con la correa, pero no molestan en la trasera gracias a un diseño muy bien realizado.

| Redacción: Zona Casio | Más información, precios y versiones disponibles: relojesdemoda.com