
Del W-86 probablemente hayáis oído hablar hasta la saciedad. De hecho, todavía se vende. Es un reloj que tiene la particularidad de ser uno de los primeros W con electroluminiscencia, y del que existió otra subversión a lo largo de su historia, cosa bastante habitual, aparte de la más conocida (la W-86-1VQ), Casio lanzaría también la W-86-1VDF.
El módulo de esta versión era el 1275, mientras que en la variante estándar el módulo que solían montar era el 1572. Ambos son idénticos en especificaciones (y en manuales), con una resistencia al agua hasta los 50 metros, una pila CR2016 con siete años de duración, y un típico módulo de Casio básico, con el único extra de un cronógrafo de una hora de capacidad.

Algunas de las versiones «VD» o «VUD» de los relojes por aquella época eran las que poseían diferencias sutiles con variaciones respecto al estándar, curiosos eran los W-741 de estas versiones (había varios), algunos con elementos dorados incluso en sus botones y en el fondo de su LCD, al más puro estilo DW-5030C (salvando las distancias), de las cuales tal vez hablemos en alguna otra ocasión.
Ahora puede que no nos sorprenda mucho este reloj, pero intentemos trasladarnos en el tiempo y tengamos en cuenta que cuando la electroluminiscencia era algo rarísimo de ver, estos relojes tenían un gran atractivo -realmente era ese su principal atractivo-, y no importaba ya cómo fuera el módulo o las funciones que tuvieran, ya que esta tecnología eclipsaba todo lo demás. Tan importante era como reclamo, que solo hay que darse cuenta de las destacadas leyendas acerca de esa tecnología que lleva en la frontal, con dos franjas en letras mayúsculas de «Electro luminiscence» y, para enfatizarlo aún más, «Illuminator».

El W-86 es una «rara avis» en Casio, su historia es muy curiosa. Tras la aparición de la electroluminiscencia en los G-Shock, Casio se veía obligada a incorporar este tipo de tecnología en sus relojes estándar, para competir con las gamas de Timex y su Indiglo. Lo hizo con el F-105, y con una enorme cantidad de W’s que prácticamente acabaría copando todas las numeraciones 8x, 9x y a partir del 100. Por módulo, el W-86 se puede considerar el más básico de todos los W con electroluminiscencia, viene a ser con respecto a un F-105 lo que un W-59 lo es a un F-91. Hay que recordar que por aquellos días aún había versiones con diodos luminosos, que compartían tecnología con los más avanzados LEDs. Por lo tanto, y aunque muchos módulos de los W básicos sean heredados de los F, únicamente éste W-86 heredaría la electroluminiscencia, convirtiéndose en un caso único y un auténtico «reloj primo» del F-105, no dándose nada parecido -hasta el momento al menos- en la historia de Casio.





| Redacción: Zona Casio