
El GX-56 crea controversia, polémica y desde luego es uno de esos relojes que o bien eres fan de él, o no lo eres en absoluto. Lo hemos comprobado tras haber tenido la oportunidad de contrastar opiniones y enseñarlo, un modelo que desde su aparición se ha ganado un ejército de incondicionales y de fieles seguidores.
Lo primero que he visto que llamaba la atención es algo que muchos se quejan también en este modelo: que no se ve un carajo en él. Menos aún en la variante invertida que hemos probado, y a pesar de lo enorme de su tamaño, el display es minúsculo. Obviamente en el GX-56 no se persigue que tenga un display enorme tipo AE-1500 para que se vea fantásticamente bien. Sus virtudes son más bien otras, y lo que ha perseguido G-Shock en este modelo es, sobre todo, ofrecer un reloj mega-resistente, llevando a G-Shock al límite de lo que la protección de la resina puede ofrecer, y la robustez de una caja -también de resina- permite.

Así, todo el público coincide en lo enorme de su tamaño, pero se echan las manos a la cabeza cuando se dan cuenta de su pobre definición, de la dificultad de ver con semejante artilugio la hora. No obstante es cierto que en positivo tiene un pase, pero para adquirir un GX-56 en invertido tiene que gustarte mucho ese modelo porque es muy poco práctico.
Eso sí, esta variante de graffiti de las Street Spirit que probamos ha gustado, en general, mucho, es muy llamativo, resultón y le da un toque alegre y divertido que se agradece, además siendo el GX-56 tan grande, la decoración y los motivos gráficos y coloristas de su exterior destacan enormemente, y ha permitido a Casio desglosar en él mucho arte. Arte urbano, claro, pero arte al fin y al cabo.

Por todo lo dicho, adquirir un Casio GX-56 en invertido es un riesgo muy grande, a no ser, claro, que uno lo quiera para admirar y para coleccionar, y como adorno pues no pasa nada porque se busca la estética, el exterior y el ser llamativo, y como os decíamos este reloj (y más esta variante) lo es, y mucho.
Dejando eso aparte, lo bueno de este modelo es que es Tough Solar, y es una bestia muy resistente, y eso también tiene su lógica porque como es tan enorme, y casi seguro vas a estar golpeando con él por todos los sitios, tiene que ser resistente casi de forma obligatoria. Sino, el dueño del reloj se quedaría sin él en un pestañeo. Ese tamaño es también un elemento que añade un toque de atención a este modelo, porque en invierno te molestará con todas las mangas (tendrás que llevarlo por fuera del jersey o del anorak), y en verano sus proporciones serán molestas por otras cosas, porque se empapará de sudor, porque su correa ancha y gruesa (y con hebilla de dos brazos) te rozará con todo, y además al ser tan aparatoso cuando realices algún tipo de actividad te encontrarás con el impedimento de que casi no llevas tú el reloj, sino que él te va llevando; casi como si lo vas arrastrando.

Por eso es bastante lógico que la mayoría de la gente lo que hará con su GX-56 es ponérselo esporádicamente, muestra de ello son las muchas fotografías que existen de este modelo por Internet, y en la mayoría apenas presenta marcas, lo que da buena cuenta de que a diario pocos lo deben utilizar (sino el bisel estaría mucho más machacado, solo sea porque se va a llevar muchos golpes en él). Porque vaya donde vaya uno con él, le estorbará: en la playa se lleva toda la arena, en el monte todo el barro, y en la oficina…, bueno, en la oficina se llevará todos los roces y te lo acabarás quitando de la muñeca para «aliviarte» un poco.
No queremos con esto se derrotistas ni pesimistas con un modelo que, por otra parte, tiene mucha personalidad. Pero preferimos hacer notar los inconvenientes del mismo, antes de «venderte la moto» y decir lo que no es, y luego que cuando te lo compres te decepcione. Preferimos todo lo contrario: no darte demasiadas expectativas con el reloj, y que te sorprenda gratamente cuando adquieras (si es que estás detrás de él) uno de estos GX-56, bien sea en esta llamativa y espectacular variante de los Street Spirit, sea en otra cualquiera.
_GX-56 edición graffiti_
//El acabado de esta variante Street Spirit está al alto nivel de esta atractiva e interesante serie. El graffti elegido para decorar al GX-56 es espectacular, y sus tonos verdosos y azules combinan estupendamente.//

No obstante, y dicho todo lo anterior, dentro de lo que es el GX-56 y su tamaño, es un reloj sorprendentemente cómodo. Por una parte, gracias a su ligereza (es uno de los G-Shock más pesados, pero como es de resina sigue siendo ligero, en cualquier caso); incluso en mi minúscula muñeca el reloj se siente cómodo, gracias por una parte a la hebilla de doble brazo que sujeta la correa con firmeza, como a la trasera con pieza de resina que la cubre y que hace que no haya un salto tan enorme entre el lateral y la caja. Eso sí, por los laterales, si tu muñeca es muy delgada, te va a «bailar» algo, se va a mover y a desplazar porque en esa zona hay bastante espacio «sobrante» (eso sin olvidar que te saldrá media correa por el otro lado, vamos, que casi le puedes dar dos vueltas a la correa del reloj). Hubiera paliado en gran parte el que Casio le hubiese añadido aletas, como las que ofrecen los GD-350 o los DW-001, pero con estos GX-56 es lanzarse totalmente a la piscina, una apuesta entre ver si podemos con él, o no, sobre todo si tenemos muñecas delgadas.
Por la calle el GX-56 llama mucho la atención, pero claro, es que los viandantes te ven con ese «pedazo caraja» en el brazo, con ese voluminoso pedrusco, que pareces querer decir: «como te dé con esto te lanzo fuera del planeta». En cierta forma es hasta gracioso por lo esperpéntico que resulta, y cuando lo llevaba y me miraba por los cristales de los escaparates, y veía mi reflejo con aquel «tocho enorme» colgando de un brazo, reconozco que me entraba la risa floja, y que más de uno debía pensar que en qué se reía ese tipo con aquel ladrillo atado a su muñeca. Pues de eso, precisamente: del ladrillo.

Luego, a la hora de la verdad en realidad no es para tanto, y el reloj es muy contundente y se ve sólido y todo lo que queráis, pero en el fondo es todo apariencia y no vale un pimiento, porque no deja de ser simple resina. Claro que hay que dar gracias por ello, porque imaginaros «un tocho así» pero de metal… Sería inutilizable.
No quiero decir con todo ello que no sea un modelo que no atraiga, de hecho entiendo que haya incondicionales de él porque es un reloj «con temperamento», con personalidad. A pesar de tener las formas típicas de un Five Series, hay algo en el GX-56 que lo hacen diferente, es como «un reloj para niño grande», lleno de recovecos, salientes, protuberancias… En definitiva: con un carácter muy marcado. Su bisel, sus pulsadores recubiertos de goma (es un Mudman, no lo olvidemos, es un G-Shock resistente al barro), que además al estar moleteados, y ser de unas dimensiones considerables, permiten que se puedan pulsar sin demasiada incomodidad (o al menos, no son tan incómodos como los que llevan otros Mudmans como los G-9300, o los Twin Resist TRT-110, por poner dos ejemplos, que tienes que hacer pesas casi para presionarlos).
_GX-56 edición graffiti_
//El GX-56 es un "gran" reloj, en el sentido literal de la palabra. Precisamente esa, que es su gran virtud, es también su punto más controvertido y polémico, muy a tener en cuenta antes de adquirirlo.//
Por lo tanto el mejor veredicto que se le podría dar a este reloj es que NO es un modelo para todo tipo de usuarios. No solo porque la estética sea de determinada forma, sino por sus características, tamaño de dígitos y de display y, obviamente, lo que más lo penaliza (y lo identifica a la vez): su descomunal tamaño en general.

Variante Street Spirit
Para este modelo de las Street Spirit, ya sabéis, las variantes dedicadas al mundo del graffiti, Casio ha elegido motivos graffiteros a cuatro colores, con correa de base negra que aparece salpicada con gotitas más oscuras, que pasan desapercibidas y que uno debe prestar bastante atención para darse cuenta de su presencia.
Es muy curioso el tipo de graffiti utilizado, porque sin estar texturizado dispone de esos puntitos en el fondo como si hubiera sido impreso por cabezales de inyección de tinta, logrando un sombreado y, en cierta forma, como si se hubiera pintado sobre un muro arenoso. Es una interpretación más del mundo del graffiti que Casio ha logrado imitar muy bien en esta serie especial y, obviamente, en el GX-56SS (que así se denomina este modelo en concreto) no iba a ser menos.

En la barra delantera que divide el display en dos, en donde en el modelo convencional aparece la leyenda «Shock Absorber» (haciendo referencia al Alpha Gel que se incorpora en su interior, y que en este modelo apenas se distingue porque es de color negro), en el Street Spirit se ha sustituido por el «Since 1983», una referencia a su historia que no está nada mal.
Como los pulsadores (o mejor dicho, la membrana que los recubre) es negra, da continuidad a la tonalidad monocromática del fondo, porque no olvidemos que en otros modelos el exterior de los pulsadores es a color.

Lo cierto es que el diseño exterior es lo mejor de este reloj, y honestamente creemos que se habría merecido un display en positivo, no digamos ya si fuera con fondo azul o algún tono de fondo, pero evidentemente G-Shock no está por la labor de hacer esas cosas y últimamente prefiere irse por la tanjente, demostrando que lo de ver la hora, hoy en día en este tipo de relojes, ha quedado -lamentablemente- en último plano, y piensa (acertadamente o no, eso ellos verán) que quienes lo adquieran buscan solo la estética y el aspecto de ser un complemento como una pulsera, no tanto de ser un reloj.
El precio para España (PVPr) del GX-56SS-1ER será de 209 , cuando llegue a la calle a finales del próximo mes de octubre. Teniendo en cuenta que los GXW-56 (la variante con radiocontrol) vale unos 190 , si no te importa prescindir de la tecnología Waveceptor y prefieres en su lugar una trabilla metálica (que el GX-56SS también ofrece), ese sobreprecio merece la pena. Otra cuestión es si lo comparamos con los GX-56 «a pelo», cuyo precio ronda los 140 y ahí sí que se ve una diferencia bastante importante. La cuestión es que, mientras otros modelos de la Street Spirit te ofrecen caja roscada (DW-5000SS) o bisel y recubrimiento DLC con fondo especial metálico (GM-2100SS-1AER), esos casi 210 del GX-56SS ya no son tan justificables. Todo dependerá del valor que le dé cada uno, pues, a tener un exterior de este diseño y, sobre todo, una trabilla metálica en acero que puede servirte para muchas correas de GX-56, pero claro, eso se justifica si usas tu GX-56 a diario y muy habitualmente, que tal como hemos dicho, no está hecho para todo el mundo este reloj.

Módulo 3221. GX-56 |
Cronógrafo de 24 horas, 1/100 segundos, con dos llegadas |
Formato de 12 y 24 horas |
Precisión de +/- 15 segundos por mes |
Tecnología Tough Solar (alimentación solar); 11 meses de autonomía (27 con PS); función de ahorro de energía |
Calendario automático hasta el año 2099 |
Indicador del nivel de carga del acumulador |
Tono de operación de pulsadores desactivable |
Temporizador de 24 horas; unidad de medición: 1 segundo; unidad de ajuste: de 1 minuto a 24 horas |
5 alarmas independientes, 1 con despertador |
Iluminación Full Auto EL, duración personalizable y afterglow |
Señal horaria |
Resistente al barro |
Resistente a impactos |
Cristal mineral |
Caja de resina |
Horario mundial (31 zonas horarias, 48 ciudades mas UTC; DST |
Tamaño: 46,7 x 43,2 x 12,7 mm |
Peso: 50,5 gr |



















































| Redacción: ZonaCasio.com / ZonaCasio.blogspot.com